TEXTOS


LOS EVENTOS CUE Y EL RETO DE LAS UTOPÍAS

Muchas veces hemos insistido en no saber bien qué es CUE, porque, dado que se trata de unos eventos sin programación ni dirección, en ellos podría suceder “cualquier cosa”, de modo que nunca se sabe qué va a suceder concretamente, de modo que no sabemos qué es CUE en realidad, esto es, qué es CUE en-sí.

Eso sí, encontramos al menos una “constante” en el hecho de que CUE sean “eventos”, lo cual, en efecto, pone de relieve que su existencia siempre viene enmarcada espacial y temporalmente: los eventos CUE se dan en algún espacio y durante algún tiempo; y eso le es común a CUE con cualquier otro evento (p.e., una fiesta en una discoteca, una reunión en un café, la proyección de una película en un cine, la inauguración de una exposición…). Eso sí, a partir de aquí podemos identificar un rasgo esencial que caracteriza a CUE frente a otros eventos cualesquiera, que tiene que ver con los “protocolos” o “pautas de comportamiento” que rigen en los diferentes eventos. En el caso de eventos normales y cotidianos (como los ejemplos dados hace un instante) no cabe duda de que existen ciertas pautas generales, socialmente establecidas, que establecen los límites de una conducta “normal” en tales circunstancias (en efecto, cuando estamos en un café, cuando estamos en una fiesta o cuando estamos en el cine, no nos comportamos de la misma manera, pero sabemos cómo debemos comportarnos en cada caso). Así, podemos asegurar que lo primero que hacemos cuando entramos en un espacio es “interpretar” el espacio, determinando qué tipo de evento está sucediendo en él, y a partir de esa interpretación acomodamos nuestro comportamiento a unas u otras pautas. Surgen entonces tres inevitables cuestiones encadenadas: ¿Qué tipo de evento es CUE? ¿Cómo debo interpretar tal evento? ¿A qué pauta debo acogerme para comportarme en este evento? Esto es, de una vez: ¿Qué es esto y qué debo hacer aquí?

A través de su concepto, CUE nos propone eventos de “libre interpretación”, esto es, eventos que no tienen prederteminadas las pautas que han de guiar las conductas de sus asistentes, porque no hay, en principio, nada socialmente establecido acerca de los eventos CUE. Sin embargo, en este punto topamos con el primero de los límites que la realidad impone sobre el concepto, y que impide su realización sobre la Tierra; revelando así el concepto de CUE como un auténtico “ideal”, o como una “utopía”: algo que podemos pensar sin contradicción, pero cuya realización es, por su propia naturaleza, imposible (tan imposible como encontrar en el mundo una hoja tan perfecta como su arquetipo). Ciertamente, ese primer límite mencionado se desprende del hecho de que CUE son eventos cuya realización requiere ser “organizada” por personas de carne y hueso: en ese proceso, los organizadores deben tomar ciertas decisiones importantes que imprimirán una impronta muy determinada a los eventos, estableciendo así una primera “interpretación” del evento organizado (la interpretación hecha por los propios organizadores) que influirá de forma clara sobre el comportamiento de los asistentes y, por ende, en el “resultado” del evento. Un ejemplo de esas decisiones determinantes es la promoción hecha del evento: ¿Dónde has promocionado el evento, mediante qué canales y con qué tipo de destinatarios? ¿Qué información has ofrecido del evento, qué palabras empleaste para comunicarlo? Otra decisión importante recae sobre el lugar dispuesto para CUE y sobre los “medios” con los que se ha dotado ese lugar: ¿En qué contexto se halla el espacio: en una calle tranquila o en una calle con ambiente, dentro de un museo o de una feria de arte, en una sala de fiestas, en una nave industrial, en una ruina, en el jardín de una casa…? Y, ¿qué hay en el espacio: hay algún tipo de muebles o está completamente vacío, hay equipos de sonido y micrófonos, hay instrumentos musicales o nada de todo eso, hay ordenadores para ser usados o no, hay proyectores de imágenes o no, hay materiales para pintar o no, o para esculpir, hay hornillos o cocinas, hay algún tipo de herramientas o nada de nada,  hay algún tipo de escenografía o de decoración, que iluminación tiene la sala…? Y también, ¿qué configuración tiene el espacio: es diáfano o está compartimentado, tiene el techo alto, o bajo o es al aire libre…? Así mismo, es muy importante el horario del evento: ¿será en las horas de tarde-noche de los viernes o sábados, o será la mañana del domingo, o alguna tarde entre semana…? Y, ¿qué duración tendrá: un par de horas, cinco horas, doce horas, estará abierto indefinidamente...? ...

Todas estas cuestiones deben ser contestadas una a una por los organizadores de CUE antes de realizar los eventos, y todas esas decisiones establecerán un punto de partida que funcionará de “clave interpretativa” a la hora de que los asistentes se enfrenten al evento. En particular, los eventos CUE organizados hasta la fecha han tenido una orientación eminentemente “artística”, difundidos en centros y escuelas de arte, disponiendo materiales para la creación artística “en vivo” (equipo de sonido, micrófonos e instrumentos, ordenadores y proyectores, pinturas, escenografías diversas…); y casi siempre se ha recurrido a horario de viernes o sábado tarde-noche: con ello, unido el alto grado de participación juvenil, orientaba los eventos en dirección “jam multidisciplinar”, “fiesta anárquica” y “goce terapéutico”, aunándose así con el conocido “movimiento Fluxus” (algo de lo que hemos hablado en otros textos). Si preguntáramos por qué en CUE siempre terminaban sucediendo el mismo tipo de acciones, debemos sin duda decir que se debe a que los asistentes siempre interpretan el evento de un modo similar. Y si ahora preguntamos por qué interpretaban de ese modo el evento, debemos decir que se debe al modo en que los organizadores los presentaron y difundieron, y, en general, por las diferentes decisiones que tomaron para su organización. Muy diferente sería CUE si se eliminara de su explicación cualquier referencia a lo “artístico”, se realizara, por ejemplo, en un aula de una Universidad, dirigido solamente a alumnos de determinada especialidad… Y compárese ahora, también, con un CUE desarrollado el domingo por la mañana, en un centro de mayores de algún barrio, o imaginemos también un CUE abierto todos los días de 10 h. a 22 h. en un centro de arte contemporáneo con un almacén lleno de equipos y herramientas…

Las posibilidades a las que se presta el concepto de CUE son, ciertamente, infinitas; y ninguna de sus realizaciones conseguirá ser absolutamente equiparable al “ideal”. Podemos expresar el concepto de CUE diciendo: “evento de libre interpretación”, pero a la hora de realizarlo, se presentará en un espacio-tiempo determinado ante una gente determinada y de un modo determinado, y ello ejercerá una insalvable violencia sobre el concepto de CUE, inclinando a sus participantes más en una dirección que en otras. Esto, por un lado, hace que la organización práctica de CUE sea un verdadero reto, interesante de por sí; y, por otro lado, extiende el interés de CUE hacia terrenos puramente teóricos, como laboratorio de reflexión acerca del concepto de “utopía”.

Una de estas reflexiones nos lleva a tratar de imaginar en qué consistiría la realización de CUE más próxima a su concepto. Y, de modo algo preliminar, ponemos sobre la mesa dos posibilidades.
Por un lado —o en un extremo—, podemos imaginar la construcción de una gran nave o cúpula en el centro de una gran ciudad, con grandes puertas siempre abiertas. Naturalmente, la construcción del espacio ha sido anunciada como “construcción del espacio CUE”, sin dar absolutamente ninguna información acerca de su finalidad, y en las puertas de entradas no encontraremos absolutamente nada que indique qué tipo de espacio es ése y para qué tipo de acciones está destinado. Eso debe quedar, en efecto, a la completa interpretación de los ciudadanos, que sólo podrán tomar ese espacio como una extensión del dominio “público” o, más aún, como una extensión del mundo mismo. Sería, ciertamente, como una especie de “mundo dentro del mundo”. Y es que, en efecto, esta reflexión nos lleva a descubrir que tras el concepto de CUE se encuentra el concepto mismo de “mundo”: un lugar de libre interpretación, que los seres humanos venimos interpretando de ciertos modos y maneras, sin que tal interpretación esté en manos de nadie en particular, sino en manos de una “sociedad” que evoluciona históricamente: los humanos hemos y deshacemos en el mundo en base al modo en que lo hemos interpretado; porque el mundo en-sí no sabemos lo que es, como tampoco sabemos qué es CUE en-sí.

Por otro lado —o en otro extremo—, cabe acercarse al concepto de CUE, no buscando su realización más pura (que deviene, como hemos visto, en una pura extensión del mundo), sino por medio de realizar multitud de eventos CUE diferentes, cuantos más y más diferentes mejor, tomando muy diferentes decisiones a la hora de organizarlo, disfrazando los eventos de muy diferentes maneras, realizados con gentes muy diversas y bajo condiciones muy diversas… En este caso, ciertamente, cada nuevo ejemplar de evento CUE podrá estar notablemente distanciado del “ideal”; sin embargo, en su conjunto, sí podrían ir perfilando el concepto de CUE, mostrando al tiempo su carácter “inagotable”. Naturalmente, no es en este punto difícil darse cuenta de que volvemos a invadir el terreno del concepto de “mundo”, a través de la pluralidad y variedad inagotable de las cosas reales y de los mundos posibles; como antes, los eventos CUE no serían más que extensiones particulares del mismo mundo.
En general, recurriendo a una metáfora próspera en filosofía, cabe decir que la primera de estas propuestas de acercamiento a la realización del concepto de CUE podríamos llamar “Apolínea”, mientras que la segunda propuesta resulta más bien “Dionisiaca”; y todo ello puede llevar a nuevas reflexiones acerca de CUE y, más en general, como decíamos, acerca del concepto de “utopía”, y más general aún, sobre el mismísimo concepto de “mundo”, trabándose también con conceptos relevantes como “sociedad”, “espacio público”, “comportamiento”, “libertad”, y muchos otros…
  
J.R.A. (octubre de 2012)

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SEGUIMOS SIN SABER QUÉ ES CUE

CUE existe desde hace más de 4 años. A lo largo de este tiempo, los diversos organizadores de los eventos CUE hemos tratado de explicar qué tipo de evento es este. Hemos ensayado diferentes maneras de presentar CUE, en unas pocas líneas o en textos más extensos, hemos tenido conversaciones... Pero al final, creo que deberíamos convencernos de que cualquier explicación/definición es siempre demasiado parcial, o si no, tan general que resulta demasiado vaga

En un principio, los eventos CUE surgieron (de la mano de Diego Agulló) inscritos en un ambito de caracter "artístico", especialmente performativo y musical, pero abierto desde el comienzo a la participación de cualquier disciplina (artística o no artística). Así, el primer eslogan de CUE era "Espacio para la expresión espontánea y la improvisación multidisciplinar. Sin programación. La incertidumbre es bienvenida". Esta frase resumía bastante bien CUE, tal y como lo pensábamos por entonces. Pero pronto surgieron dudas: ¿No está demasiado dirigido a lo "artístico", de modo que todas las ediciones presentan una clara continuidad-homogeneidad? Es verdad que cada edición es efímera e irrepetible; pero también es verdad que lo que uno ha encontrado normalmente en CUE son generalmente actividades de corte "artístico" (musica, danza, performance, pintura, video-proyecciones...). Minoritariamente han surgido propuestas de otros ámbitos.

¿Por qué? Es verdad que en aquel eslogan no aparecía la palabra "arte" (ni de la familia); pero sí es verdad que ciertos términos (como "improvisación", "multidisciplinar", "expresión espontánea"...) poseen gran carga en ese sentido. Pero sin duda había una causa más obvia, a saber: que el ámbito de difusión de esa frase se limitaba a nuestro propio ámbito, que es más bien artístico: los flyers y carteles se llevaban sobre todo a escuelas de danza o de actores, de música, centros culturales... Por ejemplo, nunca se nos ocurrió dejar flyers y poner carteles en las facultades de Bioquímica, o de Derecho, o en escuelas de cocina, o en un taller de costura para jubilados...

Desde luego que, desde el principio, cualquier persona ha sido bienvenida en CUE, incluso diría que la participación de una persona o de una actividad no perteneciente al mundillo de lo "artístico" ha sido siempre especialmente bienvenida, pues esas acciones que nadie espera son las que, en verdad, llenan el espacio de extrañeza. En mi opinión, son esas acciones las que ponen más de manifiesto la infinidad de posibles elecciones que tenemos en cada momento, mientras que casi siempre optamos por la opción más previsible. Estando CUE tan orientado a lo "artístico" (por su origen y por su difusión), lo más previsible en CUE es esperar acciones "artísticas".

En su esencia, en su concepto, CUE no debería estar enfocado, o no tendría por qué estarlo. Ahora está enfocado hacia lo artístico, porque los organizadores pertenecemos o procedemos o tenemos especial contacto con ese mundillo. Pero, sin duda, una de las cosas que CUE nos ha enseñado sobre el "arte", es que no tiene por qué reducirse a las disciplinas o actividades tradicionalmente consideradas, y tampoco tiene por qué cumplir la función social que hemos heredado. (A este respecto, CUE no deja de ser heredero del movimiento Fluxus.)

¿Pero no querrá CUE ir mas allá? En su concepto, en su idea esencial, CUE está abierto a cualquier posibilidad. Cualquiera debe poder llegar a CUE e intervenir en el espacio del modo que considere oportuno, esté de acuerdo o no con las ideas o decisiones de otros, esté de acuerdo o no con lo que otros esperan o desean...

Creo que la información esencial que hay que dar para explicar CUE, es que se trata de un evento sin programación y sin dirección. Los organizadores de CUE, básicamente, se emplazan en un espacio y abren sus puertas. Si nadie entra, en CUE no pasará nada. Si llegan tres personas a CUE, entonces en CUE sucederá lo que esas personas hagan.

Siendo así, debe quedar claro que CUE no es nada hasta que la propia participación decide a tiempo real qué es CUE. Por supuesto, eso sólo dura un instante: cada instante.

CUE es un evento (reunión de gente) que constantemente se puede reinventar.

¿Qué quieres hacer ahora? ¿Qué quieres que sea CUE?


J.R.A. (junio de 2011).

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¿QUÉ ES CUE? 

Cue nació de una carencia: necesidad de espacios donde experimentar otros modos de expresión y conducta dentro un contexto performativo, donde las acciones no estén únicamente restringidas a prácticas artísticas sino que cualquier forma de acción sea bienvenida.

El principal objetivo en CUE no es comunicar un resultado a un público y ni mucho menos producir un producto, sino crear las condiciones de posibilidad para que los participantes gocen su tiempo, en juego colectivo de acciones simultáneas donde lo que se busca es una comunicación inmediata, nueva y siempre inestable, donde la interacción será la clave de esa comunicación, y los participantes se verán expuestos a crear relaciones entre ellos.

En CUE lo artístico no tiene prioridad ni se pretende juzgar ni valorar la calidad artística de las acciones de los diferentes participantes, sino proporcionar un experiencia lúdica, reconfortante, desinhibidora.

CUE no pretende tampoco crear unas condiciones donde no existan reglas de juego sino más bien suspender las reglas prexistentes para que cada participante se haga responsable de determinar las condiciones del juego por sí mismo, tomando decisiones que lidien con las situaciones generadas y con los demás participantes y respetando las instalaciones y las posibles limitaciones que el espacio imponga.

Por eso principios como los de autonomía y tolerancia pueden ayudar a buscar soluciones a las siguientes cuestiones: ¿cómo puede existir la convivencia en un contexto en el que no hay reglas preescritas ni director y los individuos se guian según el principio de individualidad y gozo de sí? ¿Cómo hacer que las acciones de los participantes no se excluyan entre sí? ¿qué sucede si dos goces individuales chocan e interfieren? ¿Cómo entender las interferencias? ¿Qué sucede si uno o varios de los participantes por las razones que sean no están de acuerdo con las decisiones/acciones tomadas por otros participantes?

De este modo Cue, en constante búsqueda de su propio significado, surge también como un problema, un reto, un laboratorio de una nueva organización social, basado en los valores de autonomía y tolerancia: aceptación de los otros y capacidad de prescindir de ellos.

Cue sucedió por primera vez en Marzo del 2007 en la Galeria Weissenseer Freitag en la ciudad de Berlin. A partir de Mayo del 2008 CUE tiene lugar por primera vez simultáneamente en las ciudades de Berlin y Madrid recurriendo a la video conferencia con el fin de abrir ventanas a lo que esté sucediendo en cada una de ellas . El proyecto cuenta con la intención de conectar el mayor número posible de ciudades.


Cue-Madrid (2008).

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CUE Y LA FLEXIBILIDAD 


Quien disfruta de CUE, no puede ser ni artista ni espectador. El espectador debe quedar inmediatamente abrumado por el caos y por la falta de seriedad -cabría decir, por la falta de obra-; y el artista no conseguirá ser el centro de atención tanto como le gustaría -pues CUE está lleno de centros-. CUE quiere tratar a todos los asistentes por igual. En CUE, el artista consagrado como tal (que a sí mismo se llama artista, porque se dedica normalmente a producir ciertas obras o a realizar ciertas acciones, y además domina ciertas técnicas) no es más ni mejor artista que el jefe de obra o el panadero que entra aquí y pasa un rato pintando o bailando o chillando porque le apetece. En verdad -no nos confundamos-, quizá unos sean artistas y otros no; lo que quiero decir es que CUE está hecho para unos y otros por igual. Esto puede irritar a quien llegue a CUE con el ánimo de ser el artista -como quien dice el protagonista- de la noche; y debe irritar al espectador que pretende encontrar una obra técnicamente impecable. CUE no elabora juicios sobre el resultado; a CUE todo le gusta.

Mal está, entonces, considerar que CUE es un espacio para artistas. Por ejemplo, en una edición reciente, una bailarina insinuó que había demasiados fotógrafos y videógrafos en el espacio, y que intimidaban demasiado y “cortaban el rollo”. En estos casos, la reacción inmediata del artista es acudir a los organizadores de CUE para que hablen con los reporteros y se corten un poco.

Esto, sin embargo, sería actuar en contra de CUE. CUE no puede favorecer a los bailarines y desfavorecer a los reporteros, porque CUE no tiene por qué ser un espacio para bailarines ni para artistas de cualquier clase..., quizá sea un espacio para reporteros, o para cocineros, o para locos... O sea, CUE debe ser para todos, y esa es su gracia. Al final, lo que queda es la pura interacción (acomodarse e irritarse sin cesar, buscar la mirada del otro y dar la espalda a los demás). Aquí cada cual debe lidiar con lo que le gusta y lo que le disgusta. El objetivo -nada más simple- es pasar un buen rato de ingravidez. No se trata de crear nada, sino de gozar todo lo posible del tiempo que se nos ha dado.

Ahora bien, quien piense que se trata de un espacio en el que uno puede hacer rotundamente lo que quiera, desde luego tendrá también problemas para adaptarse. CUE es un espacio real; aquí no dejan de operar las determinaciones propias de cualquier espacio. Por lo general, se trata de una sala prestada, que como tal servirá para otras cosas aparte de para alojar CUE. La sala tendrá unas condiciones que habrá que respetar, y unos equipos que habrá que mantener... Uno, por ejemplo, no puede ir al actual CUE de Madrid (alojado en las instalaciones del Matadero) y ponerse a tirar muros, y ni siquiera puede pintar las paredes o los muebles que hay allí: esto es algo normal, una exigencia de los dueños de la sala. CUE podría hacerse en mi casa, y en ese caso tampoco me gustaría que pintaran o rompieran mis paredes y mis muebles. Desde luego, CUE puede hacerse en un solar abandonado o en una ruina, tal que uno puede arremeter contra todo lo que hay ahí -eso sería estupendo-, pero aún así seguiría sin valer hacer daño a otros o cosas así... Siempre habrá un límite más o menos arbitrario, pero esto no es ni mejor ni peor; esto es lo normal, lo real. Porque CUE no consiste en un espacio carente de reglas -eso sería una utopía estúpida-; CUE nos invita a sobreponernos a las reglas (teniendo en cuenta que las reglas más profundas nos las imponemos nosotros mismos); CUE nos invita a disfrutar dentro del enorme marco de posibilidades que nos brinda. Uno ha de venir a CUE con el único ánimo de explorar, y lo mejor es no haber pensado en qué consistirá su exploración (pues podría encontrarse con la sorpresa de no poder hacer lo que quiere, por la razón que fuere).

Otro caso real: un individuo llega con la intención de arrojar unos huevos rellenos de pintura. La organización de CUE-Madrid le dice al individuo -que se hace llamar “artista”- que los arroje sobre un plástico si quiere, pero que no manche los muebles de madera -por simples y corrientes exigencias de quienes ceden el espacio-. Entonces el artista arremete contra la organización y concluye que CUE es una gran mentira, que él no puede expresarse libremente, porque lo que quiere es arrojar sus huevos al aire. ¿Qué podría decir CUE? CUE diría: “Has venido demasiado predispuesto a lanzar tus huevos. Deberías sobreponerte a las circunstancias y tratar de disfrutar de tu tiempo haciendo otra cosa, abriéndote a las condiciones que presta el espacio, improvisando aquí y ahora”. Puede insistir el artista en que lo que él quiere es tirar sus huevos y que prefiere irse -así, de malas formas-, pero eso es ni más ni menos lo que debía pasar. CUE no pretende ser un espacio al que acudir a hacer lo que más te gusta, sino quizá todo lo contrario: CUE nos propone el reto de acomodarnos a unas inestables e imprevisibles circunstancias, en las que habrá cosas que nos gusten y cosas que no -porque así es la vida-. Si CUE se hiciera en una ruina, el individuo podría haber arrojado sus huevos. En el CUE de Madrid no podía hacerlo, y esa determinación fue más fuerte que él (por eso se marchó enojado). CUE es flexibilidad. El que no es flexible, lo más probable es que no tarde en marcharse; eso es lo normal, no es ningún problema.

Puedo recordar -como modelo a seguir en CUE- los juegos que todo hemos hecho siendo niños. Salías al parque y te ponías a jugar a lo que fuera con otros niños a los que no conocías. Cada cual hacía lo que le parecía oportuno y, sin duda, yo lograba divertirme. Había momentos en los que uno entraba en disputas con otro, y entonces surgía el “eso no se vale”. Así el juego empezaba a tener reglas, pero no por eso dejábamos de divertirnos. Todo lo contrario, ahora nos gustaba lidiar con esa regla, caminar sobre su límite sin atravesarlo. Los niños son infinitamente flexibles cuando tienen ganas de jugar. Pues no se trata de jugar a eso o a aquello; se trata de jugar a lo que sea, con lo que aquí tengo encima y con la gente que ahora me rodea.

Por eso el artista -de profesión artista- que llega a CUE, no debe venir en condición de artista, sino más bien en condición de niño; y lo mismo vale decir del espectador, o del reportero, o del cocinero..., incluso del organizador de CUE. No todos los que entrar en CUE consiguen zafarse del rol con el que entraron -esto es un hecho-, pero sé de muchos que sí lo han hecho y que lo hacen cada vez: éstos han de ser los únicos que queden realmente complacidos -o así es, al menos, como me lo han hecho saber.

¿Eres capaz de sobreponerte a tus propias exigencias, a tus propio gustos, a tus criterios y convenciones? Esto es lo que se pretende en CUE. Por supuesto, no es necesario que existan espacios CUE para conseguir esto. Lo que sucede en los espacios CUE puede suceder también fuera de esos espacio. Toda nuestra vida podría -quizá debería- ser un CUE gigantesco y constante. Quizá ya lo sea a nuestras espaldas, sin que nos demos cuenta. Si los espacio CUE sirven para algo, deben servir para que nos demos cuenta. CUE no es nada más que una señal.


J.R.A. (06/07/2008).

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¿DE VERDAD SABEMOS LO QUE ES CUE? 


Cue lleva ya más de un año, en total 13 ediciones y si es momento de sacar alguna conclusión lo primero que he de decir es que aún no he encontrado la manera de transcribir CUE a simples palabras y mucho menos aún a considerar que hay un CUE concepto o dogma o definición. Esos textos que hemos escrito para la web o para presentar Cue como proyecto a instituciones no dejan de ser fruto de meras exigencias burocráticas y a decir verdad desde que existen esos textos siento que su presencia, tan visible, me molesta. Aún no hemos hecho ninguna edición de Cue Madrid y sin embargo tratamos de explicar a la gente en qué consiste Cue. Con este texto quiero sobre todo llamar la atención a la contradicción que Cue implica, sana contradicción, pero que exige ser consciente, sobre todo por parte de los que organizamos este evento.


Cue posee un punto de partida, deliberado, lo que podríamos llamar reglas fundamentales de juego. Sin embargo esas bases no pretenden otra cosa que “posibilitar” un contexto de acción, un tablero de juego donde aquel que participe en CUE se encuentre en la situación de decidir por sí mismo qué es CUE. Por lo tanto lo que llamamos CUE concepto no es más que una mera excusa para que pueda suceder cualquier cosa, como abrir un agujero en la oscuridad y permitir que la luz entre, cuánta luz o qué tipo de luz eso CUE no lo decide, lo importante es que el agujero permanezca lo más abierto posible.


Uno de lo puntos fundamentales en CUE es la interacción. Anunciamos CUE como un lugar de encuentro donde los participantes se enfrentan con la situación de tener que mantener una comunicación. Durante el último CUE Berlin (4 de abril de 2008) hubo un momento importante en el que fui al baño. Allí dentro aún podía escuchar los sonidos que se estaban generando en la sala, no se hasta qué punto estaba produciéndose esa comunicación o interacción, ni a penas se si los partipantes pudieron tenerlo en cuenta en algun momento, sin embargo y de alguna manera inexplicable comprendí en qué consiste Cue mejor que nunca. Las palabras no me ayudan a expresar lo que pude llegar a entender cuando salí del baño y me encontré de nuevo con toda esa gente “haciendo cosas a la vez” sin aparente orden ni consciente interacción, maraña de pequeñas acciones, escenario caótico.


Quizás lo que comprendí fue que la interacción y la comunicación no significan mirarse los unos a los otros y tratar de buscar un punto común de armonía donde todo suene lo mejor posible, sino casi todo lo contrario. La interaccion y comunicación que en Cue se producen son también Caos, desorden, simultaneidad no relacionada aparentemente pero que CUE se encarga de relacionar por sí mismo. Siempre existe esa unidad que es CUE, igual lo que esté sucediendo, igual si quienes participan estan llevando a cabo una comunicacion deliberada, CUE reúne cada una de la pequeñas acciones locales en sí mismo. CUE es tanto orden y comunicación deliberada, interacción consciente como caos y desorden, fiesta anárquica, explosión de individualidades, capacidad de prescindir de los demás y tolerar el caos.

El 9 de Mayo comienza CUE Madrid y a un mes de su inauguración y en pleno proceso de fundación me gustaría llamar la atención a estas cuestiones de las que acabo de referirme. Aún no sabemos lo que es CUE y mucho menos en Madrid que aún no ha sucedido y que con total seguridad no se parecerá a lo que en Berlín ha estado sucediendo.


Diego Agulló (Berlin, 12/04/2008).

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GOCE TERAPÉUTICO 


CUE es un proyecto de espacio abierto para la expresión expontánea y la improvisación interdisciplinar. Nació de una carencia: necesidad de espacios donde experimentar otras formas de expresión dentro un contexto performativo donde las acciones no estén únicamente restringidas a prácticas artísticas sino que cualquier forma de expresión sea bienvenida.

¿Por qué nos comportamos como lo hacemos?. CUE invita a los participantes/usuarios a dejar a un lado los códigos y patrones de conducta que asfixian, censuran, adiestran y reprimen, y a tratar de sacar de si o producir una conducta más espontánea y arriesgada. La finalidad de CUE no es comunicar un resultado a un público y ni mucho menos producir un producto sino poner a disposición los medios o herramientas necesarios para que el participante viva y goce su tiempo. Disfrutar haciendo. CUE invita a desinhibirse de aquello que reprime la potencialidad de nuestros movimientos.


Diego Agulló (Berlín, 14/02/2008).

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SPIELPLATZ, FIESTA ANÁRQUICA 

Participación en un juego colectivo donde con lo que se busca es una comunicación inmediata, nueva y siempre inestable.

Recreo, desinhibición, perder el miedo, divertirse, crear la atmosfera que invita a sentirse cómodo (sin presion de ser juzgado) Autonomía.

Liberar las formas de expresión de su status de mercancía fruto del showbussiness (consumo).

Problema: gente que acude con espectativas de “presenciar un show”.


Diego Agulló (Berlín, 14/02/2008).

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INTERFERENCIAS

CUE SOCIEDAD: en relación al último capitulo “componer” del libro de J. Attali “ruidos”.

CUE es un proyecto abierto y en constante búsqueda de su propio significado. Siendo consciente de su potencial utópico y de las condiciones en las que nace, cabe aún así entender este proyecto como una propuesta para otra posible organización social donde configurar nuevas relaciones con uno mismo y con los demás. ¿En qué tipo de sociedad nos gustaría vivir? ¿Cómo hacer comunidad a través del pricipio de autonomía cultural?

Concebir CUE como (nuevas maneras de relaciones sociales) (laboratorio de una nueva organización social) proyecto de sociedad ideal basado en los valores de autonomía y tolerancia: aceptación de los otros y capacidad de prescindir de ellos (únicas reglas o principios de CUE). Crear comunidad: nuevas relaciones con los demás y con uno mismo.


 Diego Agulló (Berlín, 14/02/2008).

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AUTONOMÍA CULTURAL

Subversión. Recrear diferencias.

PROBLEMA: ¿cómo (o qué sucede si) en un sistema social en el que no hay reglas preescritas ni director y los individuos se guian según el principio de individualidad y gozo de sí puede existir la convivencia? ¿cómo hacer complementario lo que sucede en CUE? Cuando dos goces individuales chocan e interfieren. 

J. Attali: con autonomía y tolerancia. La pregunta aplicada a CUE es: ¿cómo hacer que las acciones de los participantes no se excluyan entre sí? ¿cómo fomentar la comunicación cuando no hay reglas para ella? ¿cómo entender las interferencias? Diferentes acciones suceden simultáneamente. ¿qué sucede si uno o varios de los participantes por las razones que sean no están de acuerdo con las decisiones/acciones tomadas por otros participantes?

Hay 2 tipos de interferencias: positivas y negativas: (en ambos casos es CUE:
- las positivas son fruto de la simultaneidad de acciones, en el sentido de comunicacion intencionada o no, o simplemente que a un mismo tiempo sucedan varias acciones sin producir desaprobación por alguna de las partes.
armonía de las diferencias.
- Las negativas: cuando al menos algun participante está a disgusto con las acciones efectuadas por otro.
SOLUCION: comunicación, negociar un acuerdo con la parte en cuestión. ¿Cómo? Eso depende de la autonomía de cada participante, es decir, cada uno es responsable de fomentar esa comunicación.
¿Cómo entender la tolerancia?

Ejemplos prácticos: normalmente suele ser a causa de la música. quejas porque la música o esta muy alta, es aberrante o no es del agrado...


Diego Agulló (Berlín, 14/02/2008).